domingo, octubre 03, 2010


Una noche como esta, estuve en un cuarto de hotel con mi papá en Matehuala, a donde habíamos ido a pagar una manda que creía debía mi tía Chana. Inútil recorrimos el pueblo buscando a una amiga de la tía.

Al día siguiente viajamos a Real de Catorce a visitar a San Francisco en su fiesta. Mi papá se reencontraba con los santos y yo por primera vez le hable de mi vida amorosa. La única vez en esta vida. No hubo ni una noche más como aquellas, ni un solo viaje como aquel.

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