Por primera vez en sus cinco años, nos metimos mi niña y yo a la alberca. No había planeado una salida a una alberca este fin de semana, pero me animo mi hermano Tito, porque en una finca de Montemorelos iban a celebrar el cumpleaños de Laura, una amiga de mi hermana. Así que nos lanzamos para en ir. En la casa de mamá le buscamos un short y una camisa a mi hija que supliera la falta de un traje de baño.
No tardamos en meternos a la alberca, mis hermanas nos prestaron un flotador para Jireh y yo anduve cuidándola siempre. Mi bebé ha crecido bastante. Ya no es la pequeñita que se acurrucaba en mi hombro cuando la cargaba y la abrazab
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