Salgo. Me asomo al parque. Juegan unos niños. Me recargo en el barandal para que me sostenga. Siento el aire frío de enero. Traspasa mi cuerpo. Puedo sentirlo en mis piernas, en mis brazos, en mi cara. Me recuerdo de niño en la casa de la Sada, pegado al barandal, mi cuerpo tan solo llega a la mitad. Mi cara entre los barrotes de fierro buscando inútil alargar la mirada que topa con las casas de enfrente, con las casas de la bocacalle. Me recuerdo solo como me siento ahora, extrañando a mi familia que se ha ido de la casa de mis tías. Hoy me siento solo, igual que entonces
Siento el aire frío sobre mi cara. Siento mis ojos con la humedad del aire, pero no se si sea el aire o son las ganas de llorar.
Espero a Elena. Espero a Ana Paula. Un carro entra por la privada pero sigue de largo. Es la vecina.
En tardes como esta que haría si estuviera solo. Si no estuviera esperando a alguien. ¿que me pasaria?
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