domingo, septiembre 26, 2010

No te queríamos enterrar. Sin decirlo, agradecimos que no estuviera tu hija Nanis en la ciudad, ni que tu hermana Elena estuviera cerca, para tenerte más tiempo con nosotros. Tenemos que esperarlas, decía alguien de mis hermanos y los demás lo repetíamos para espantar a la muerte.

Tenemos que esperarlas, asentíamos jubilosos, con la alegría de tenerte mas horas con nosotros.
(porque los muertos se entierran tan pronto, yo te hubiera tenido una semana en tu cuarto, te rezaría durante un mes y te bañaría y vestiría durante un año)

Te queríamos seguir viendo hermoso en tu lecho, dormido, sonriendo como siempre lo hacías y te sacamos fotos con los celulares para tenerte siempre con nosotros, tan vivo como te vimos.

No te lloraba porque te vi tan vivo. 

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