Así, en la noche de ayer que regresábamos de ver al Dr. Medina, Ana Paula venía concentrada en un monologo interminable de monosilabos, palabras mochos, palabras completas y demás expresiones de su corta edad. Comenzó a hablar de sus amigos de la guardería, de su "hermano" Brayan, de su amiga Kesi, de Daniel, de Cabrera, de Emanuel, de Beca.
"A Daniel que chistoso" - por que hija- y hacía un ruido como de bebé aullando o gritando. De allí comenzamos a preguntarle los nombre de sus papás, o sea, el mio y el de Elena. - ¿Y como te llamas hija? y por primera vez dijo "Ana Pauuula". Lo decía deteniéndose en la U, como si nos quisiera enseñar a decir correctamente su nombre. "No no así, Ana Pauuula, Ana Pauuula". -Ana Pauuula- repetía como aprendiendo la lección que me daba mi hija.
¿La escuchaste?- Le digo a Elena- Por primera vez dice su nombre de manera correcta. Sonreí recordando que dio fruto hablarle siempre de forma correcta y no imitar sus palabras como "pava" y demás que forman su vocabulario de casi tres años
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