Ana Paula duerme en el sillón
Ya son dos noches que Ana Paula se queda dormida en el sillón. Anoche veía la Sirenita. Hoy fue Diego y un episodio en ingles llamado Mother Day. Elena había salido a una posada de compañeros de su trabajo, por lo que mi niña y yo nos quedamos solos, solin, solitos como dice Sid, el dormilon de la era de hielo.
Paula estuvo jugando con los bloques de madera, construyendo castillos que se caían cada vez que movía la mesa al agacharse para recoger los caídos al suelo. Después hizo una figura que era para mi una flor que me gusto y decidí tomar una foto. Después ella misma me aclaro que eran los que estaban comiendo: rectángulos sentados sobre triángulos, que eran sillas, alrededor de un cubo que era la mesa, con lo que me demostró mayor elaboración que la mía o imaginación, porque la mía fue engañada por la vista y la suya fue llevada al máximo por la fantasía del juego, cosa que deje que se fuera de mi hace muchos años.
Le recalenté la pizza que me compre al mediodía como premio a mi esfuerzo, por sobrevivir a mi último día de clase. Aunque hay que aclarar que no hubo clase, llegue 10 minutos tarde y los "huercos" aprovecharon el desorden de una pastorela que presentaron los grupos de prepa para huir del salón. Lastima. Les iba a hablar del existencialismo y de la crisis de la educación actual, de la posmodernidad, del desprestigio del docente ante la televisión o el espectaculo, la apatía escolar y de la angustia de los profes, de la escuela posmoderna sin tarea que cumplir. Lastima. Me quede con mi clase y con mi angustia. Me quede con mi chiste de que el primer emo, que nació en 1889, ya sufría a principios del siglo pasado, cuando publica en 1927 el Ser y Tiempo. Y que el segundo ya en 1943 se angustiaba por la nada.
Pues comimos Pizza recalentada de Littles Cesar- de las de al instante por 69 peso- Le puse Yo Gabba Gabba y acabamos con Diego. Solo aguanto una vuelta del episodio porque al final se quedo dormida, acostada en el sillón y con los pies descansando en mis piernas. Yo seguía en la laptop sin hacer realmente algo. Tantas cosas que pudiera encontrar en mi ventana americana y no soy capaz de llegar a una. No soy algo distinto a lo que ya señalaba los emos existencialistas. La angustia de tener toda en mi ventana americana y no saber que hacer o a donde ir, concretarme en algo, visitar una pagina o encerrarme en el facebook sin realmente ver algo. Ser algo pero sufrir ante la posibilidad de ser algo distinto. Angustiarme en el intento.
Ana Paula se durmió tranquilamente, con su cobijita de princesas, mientras yo angustiado veía si mis Poinsettias ya habían crecido mas del 50 por ciento. Tengo que planear para mañana su cultivo y eso me angustia porque no se si me alcance el tiempo antes de irnos para Monterrey
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