domingo, octubre 28, 2012

Llegaron los gavilanes, los reyes de la cumbia

Después de 5 años volvi a ver un video que considerábamos perdido, el cual  edite en el 2004,  de las grabaciones  que Magda y Chuy estuvieron tomando durante 1999 y 200, de los jóvenes con los que trabajamos en Haciendo Esquina.  Hay copias en VHS que entregamos a los chavos que salen, pero no hemos dado con ninguna. Magda se encontro una perdida en la bodega de la oficina de juventud estatal y  lo digitalizó Jose Juan en la UR.

Elena estaba conmigo. Al final me dieron ganas de llorar pero no pude. Me dio un sentimiento de tristeza, de nostalgia por los tiempos que se fueron, por tanto joven y tanta joven que salen, a quienes  recuerdo como si apenas hubieran pasado unas semanas. De pronto San Bare People, las Golden Boys, los Satánicos, Muertos de la Camay, los Ratas, los Sonideros de Ayapango, Celso Piña y Paco Silva, los salones Star y la Bodega, los Arzovispos, las Simpáticas, los Duendes.

El Pollo Satánico, Coco y Egma Golden, Jaibo de San Bare, Boyas Duende, Belen y Sara Simpáticas, TeceTercero Arzovispo, en primer plano. Muchos más: Frankie, Omar y demás Ratas bailándole a la virgen de Guadalupe en su mero día; Mosca de los Wachecos bailando con Liz de las Golden en la Bodega; San Bare People y la Generación Vallenata en un viaje camionero al panteón para tocarle un homenaje a un hermano y compañero que cumplía un año de muerto - luego murieron dos más, músicos de Generación, de la misma trágica muerte-; Las Pancheras y Nanays de cumbia en los Star mientras Celso cantaba Llegaron los gavilanes junto a la Ronda Bogota; el Gallo bailando en San Bare con toda la banda de la colonia; Mucha banda de Haciendo Esquina en la Bodega Western Club haciendo el círculo mientras canta mira como baila... el cachagua  Paco Silva, acompañado de  la Tropa Colombiana; los Muertos de la Camay más vivos que nunca bailando una sampuesana camionera, junto con Nidia Golden en la plaza de su colonia.



Hace casi un año, el 22 de octubre del 2010, en Reynosa, escuche un carro que pasaba frente a la casa tocando "busca un confidente" del Binomio. Salí extrañado. No encontre a nadie, ni en la plaza encontre a alguien con una grabadora. Mi Papá apenas tenía un mes de haber fallecido y pense que era como un regalo, como un aviso de que ya regresara a Monterrey.

Ahora estoy revisando mi tesis. Sentimiento Vallenato. Me gusta como va, se que le falta mucho, pero me gusta. No tiene el tiempo suficiente que necesita, pero ahí va, cada vez mejor escrito, cada vez distinta a la primera versión. Ahí la llevo. Hace dos años no me hubiera imaginado sentado frente a mi computadora, escribiendo mi tesis, así como no hubiera imaginado que vería el video de los gavilanes una vez más.

 El VHS trae un texto que dice "Llegaron los Gavilanes, los reyes de la cumbia es un recorrido por el mundo de los jóvenes de San Nicolás, al compas del sentimiento de la musica colombiana.
Los protagonistas cuentan sus vivencias, la difícil manera de ser joven al final del milenio, la violencia cotidiana y, a pesar de las dificultades, nos enseñan el significado de vivir, de sentirse colombiano y de los valores que construyen desde la esquina."

Me dio tristeza y nostalgia por aquellos tiempos que nos tocaron vivir en Monterrey. No deje de pensar en la inocencia de aquella violencia de antes, en lo inocente que se ven aquellos jóvenes comparados con la violencia que se nos vino en estos años. No fueron ni diez años los que pasaron, pero sucedió lo suficientes para cambiarnos la vida, incluso la de aquellos jóvenes que no entendíamos y  que nos daba miedo, a los que solo les montábamos la policía, huyendo de nuestra responsabilidad sobre su futuro y el nuestro.

La mamá del Mono, de los Satánicos de la Vicente Guerrero, la temida colonia, de la cual se decía que nadie podía trabajar ahí, ni la policía -pero nosotros si podíamos- cuenta que se agarraban a pedradas y ellas hasta les juntaban piedras a sus hijos.

Y Monterrey sueña ahora con esos años donde el temor de todos era que una piedra le tocara en el camino.

No hay comentarios.: