Cosmovisión infantil

En el mundo de Jireh las cosas tienen vida o voluntad propia. Así si se balancea en un columpio y quiere detenerse, tiene que esperar a que este decida hacerlo, ordenandole "ya columpio, ya parate". O si la bicicleta se desplaza a mayor velocidad por una pequeña pendiente "ya bicicleta, no vayas tan rapido". Así son las cosas para ella, con voluntad propia.

Este sábado planeabamos salir a visitar a mi hermana mary, cuando de pronto comenzó una fuerte brisa de febrero, tiempos de cometas. "Hace aire, hace aire" comenzó a decir emocionada. "quieres volar el papalote" De tal forma que pospusimos la salida y nos fuimos al parque.

Los intentos de hacerlo volar fueron infractuosos al principio. El aire estaba demasiado fuerte y jalaba la mariposa hacia un lado, haciendola caer, de tal forma que Jireh decia "otra vez, mariposa tonta" o "otra vez cometa tonta" y se iba hacia el papalote, lo levantaba y trataba de echarlo al aire. Al principio lo ponía al reves, con el hilo hacia arriba, pero no tardo en comprender la forma correcta y cada vez que cai iba a recogerlo.

Finalmente la cometa volo, cayo varia veces, pero siempre pudimos ponerlo de nuevo al aire. Jireh tomo el hilo por unos segundos y después se aburrió y prefirio los juegos. Tuve que acompañarla, maniobrando la cometa entre arboles, cercas y poste de luz. La amarre al resbaladero para poder subirla al columpio, darle vuelo y cuidarla. Cuando quise recoger el cometa se enredo en un arbol, el hilo y la cola. Pense que iba a perderla, pero finalmente pude bajarla, soltando el hilo, recogiendolo, haciendo maniobras para que el viento la soltara. Primero se solto la cola y finalmente el hilo.

Después de todo, tiempos de cometas es para demostrar que a los 38 años aún tengo la habilidad de volar cometas, aunque, tengo que decirlo, tenga que comprarlos en Wall Mart porque los que he hecho no vuela.